Lista de Diciembre

Lista para escuchar. 

Y acaba el año, pero empieza otro, diferente, más intenso y mejor.

Mis Veintiséis.

Un año más o se podría decir.. ¿en serio ha pasado ya un año?
Y parecía que era ayer cuando entraba por la puerta de aquel lugar.
Pero vamos a centrarnos en el ahora. En el día mágico y tan especial, y aunque a veces mi mente me jugara malas pasadas, con el ahora si, ahora no, ahora no sé lo que quiero hacer. Calmarme y sentirme libre de esperar cualquier cosa o de no esperarlo. Aún así disfrutar de cada momento, con migraña o no. Me da igual, nada iba a estropearme el día.

Me ha encantado la idea de buscar un rincón donde colocar los regalos, hacerlo nuestro. Como una especie de altar, a lo pinterest. Me ha gustado esperar un día entero con todo ese montón de regalos esperando a ser abiertos. Todos y cada uno de los detalles, incluso la forma de estar en envueltos, todo es único. Porque así lo somos.

Esas cosas que nos gustan, que nos hacen gracia, y conocerlo tan bien el uno del otro. Rememorar nuestro primer año de la mejor manera posible que se me ocurre. Una ilustración que quede plasmando para los restos, un momento que tal vez marcó un antes y un después en nuestras vidas. Un cruce de caminos, como dice cierta canción "porque a veces se cruzan dos ríos, en las noches de diciembre". Y así lo fue.

El resto del día me pareció perfecto, estuve con la gente que me apetecía estar, cenando en un lugar del que tengo especial encanto. Y acabando la noche entre amigos, hablando, riendo y pasándolo genial. 

Me sentí especial, justo como quiero sentir este día, que cada vez me sigue pareciendo más y más único.

Y no puedo dejar de sentirme agradecida por todo, por los amigos que tengo, por rodearme de gente estupenda y de esa clase de personas que todo el mundo quisiera tener cerca. Soy una chica con suerte.

Pero sobretodo, sobretodo, por tener a mi lado esa persona que de alguna forma u otra siempre estuve buscando, y al final me encontró. Mi mejor amigo, mi cómplice, mi amor.

Gracias.

Ainara.

Veintinueve.

No sé si estaba yo más emocionada que tu, al ver los regalos reposar encima de la cómoda.

Si tu pose de no saber que hacer, entre nerviosismo y curiosidad. Y esas cosas que golpean de imprevisto como aire nuevo para los pulmones. 

Me entusiasman los detalles, creerlos, y saborear ese momento cuando llega la hora de entregarlos. Me siento bien. Porque me apetecía de veras hacer todo lo que he hecho. Porque lo he hecho a gusto. Buscando siempre, sentirme acorde con lo que estoy sintiendo. Y dejarme llevar por las sensaciones. 

Me alegro de haberlo empezado y de haberlo terminado. Completarlo para ti. Es tan dulce el sabor del resultado de algo bien hecho. Que me quedo con tus ojos llenos de emoción. Tu sonrisa y esa forma de mirarme.

Porque vuelven a mi cabeza en imágenes los recuerdos, del frío, la calle medio vacía, el chocolate en mis manos y tu delante de mi. Porque viene a mi cabeza, caminar a tu lado y sentirme como la primera vez.

Porque viene a mi mente, tú y tu no saber estar de incomodidad, y fuera de si. Que tanta ternura me devuelve, y me veo rodeándote entre mis brazos de esa forma tan natural, al hacerlo despierto y me siento yo, solo yo.

Sienta tan bien todo.

Que aún sabiendo que el regalo es para ti, ha sido un regalo para los dos.

Siento un cosquilleo en mi barriga, los ojos húmedos, y esas ganas de que dure, dure y dure..

Gracias.

Feliz cumpleaños mai lof :)

Te quiero,

Ainara.